Como mujeres ¡Quién no ha sido acosada en la calle mientras camina o en algún trasporte público? A algunas nos has seguido y silbado, a otras nos han gritado frases obscenas y de carácter sexual, y a varias nos han llegado a tocar sin nuestro consentimiento. Cuando esto sucede, muchas veces no sabemos qué hacer, ya que el acoso callejero nos paraliza y nos abruma. Por eso, es importante aprender a reconocer la situación y tomar la mejor decisión para protegernos.
Lo primero y más complicado es aprender a identificar el acoso callejero, lo cual debemos aclarar. El acoso callejero incluye cualquier actividad con connotación sexual proveniente de una persona extraña, y este se puede llevar a cabo en espacios públicos, que no es solicitada, también es considerada una acción invasiva que genera molestia e incomodidad.
Para saber si es acoso o no, debemos preguntarnos ¿Cómo me hace sentir una palabra, un gesto o una mirada?
En algunos casos, el acoso callejero no es solamente un tipo de violencia, si no que puede ser considerado una violación social que atenta contra nuestros cuerpos, nuestra vida, integridad, nuestro ser como mujeres y nuestra sexualidad.
Debemos entender que el acoso no tiene que ver con nosotras, sino con la persona que se siente con el derecho de hacerlo. Estos individuos nos señalan por nuestro cuerpo, viéndonos como objetos sociales o sexuales.
Por lo que es necesario trabajar en fortalecer nuestra intuición, ya que nos advierte cuando la forma en que alguien nos mira no está bien, o nos guía a elegir una calle en lugar de otra. Estar conectadas con nuestra intuición significa estar en estado de alerta, no de paranoia. Cuando hablamos de prevención, no se trata de dejar de hacer lo que nos gusta, como salir a caminar, usar cierta ropa o hablar libremente, sino de mantenernos seguras y conscientes de nuestro entorno.
Se trata de ser inteligente, identificar la situación y salir rápido de ella, y para fortalecer la intuición es importante compartir metodologías porque nunca estamos solas, siempre habrá una mujer que necesite de nosotras y nosotras de ella.
-Educar y denunciar ¿Cómo prevenir el acoso callejero?:
Promover información, especialmente a las juventudes, para prevenir el acoso callejero, ya que el ciclo de la violencia se debe de romper. Si queremos que las personas sean denunciadas y que, en lugar de ir a la cárcel a perder el tiempo, se capaciten para tomar conciencia y eliminen esas prácticas de su vida.
Por eso es importante denunciar para visibilizar este delito, ya que nosotras las mujeres tenemos que apropiarnos de nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestra sexualidad y aprender a poner límites, pero no a través de la violencia.
¿Qué pasos son los que tenemos que seguir?:
1.- Ver si podemos manejar la situación. Si consideramos que es posible, cuestionar al agresor con frases como: “Tengo una duda” ¿Comentaste algo sobre mi cuerpo? ¿Sabes que lo que acabas de hacer es acoso y no es correcto? Esto debe de hacerse sin agresividad ni groserías y con una voz clara y potente, ya que las personas que enfrentan el acoso deben tomar una postura que proyecte confianza, seriedad y calma.
2.- Grabar con un teléfono y llama a alguien o a la policía, muchos de los acosadores tienen miedo a la vergüenza pública y si vamos acompañadas, estas deben de respaldar nuestra respuesta y grabar a quienes ven la situación y no dicen nada.
3.- Aprender defensa personal, haciendo ejercicios con el cuerpo, los brazos, las piernas, utilizando objetos que puedan ser funcionales y utilizarlos como arma de defensa, además de traer un silbato para llamar la atención y que otras personas reaccione.
4.- Has caso a tu instinto, si algo te dice que está mal, está mal, si no quieres subir a un transporte público o pasar por una calle especifica has caso a tu instinto y toma tus precauciones.
5.- Lo más importante es alzar la voz y hacer lo correspondiente en cuanto a nuestra seguridad, sin sobre pasar los límites y que todos sea referentes a defensa personal.
6.- Si eres hombre y ves que una mujer está siendo acosada, podrías intervenir, ayuda, con calma y decirle a el agresor que lo que está haciendo es incorrecto e inmediatamente buscar un lugar seguro y ayuda.
El podernos adaptar el uso de las diferentes técnicas es parte de un proceso individual, ya que para algunas es más complejo que para otras. Es necesario que rompamos estos patrones y no normalizar la violencia, el apoyarnos y confiar las unas a las otras, nos emancipemos y nos movilicemos con libertad.